Siempre me ha llamado la atención el inmovilismo ideológico de las personas.He podido comprobar a lo largo de mi vida que una vez decantada ideológicamente una persona,por lo general suele mantener ese criterio y llega a justificar su convencimiento afrontando los errores de los responsables políticos que detentan esa ideología con el tan recurrido: "todos los políticos son iguales".
Las encuestas que se van publicando en los distintos medios cumplen esa afirmación y así podemos leer que los votantes confesos de un determinado partido son fieles a la doctrina del mismo aún en las situaciones más disparatadas e injustas y creen a rajatabla a susdirigentes. Es como ser forofo de un determinado "equipo" y siempre justificar los fallos o errores como culpa de los árbitros,la mala suerte,o de los cabrones del equipo rival...
Las sociedades poseemos valores o no los poseemos en función de como somos los individuos que la componemos.Hay virtudes individuales pero también existen las virtudes sociales.Y dentro de las sociales están las virtudes públicas.Los responsables máximos de defender las virtudes públicas y ejemplarizar a los ciudadanos son los cargos públicos en primer lugar y las personas públicas en general,pero eso no quiere decir que los ciudadanos no tengamos nuestra responsabilidad individual (y social en el ámbito en que podemos influenciar).
Los cargos públicos son personas públicas con una enorme responsabilidad social.El presidente de un gobierno es la imagen de un país y debe ejercer su mandato atendiendo a las necesidades de todos los ciudadanos de conformidad con el marco de leyes de referencia establecidos y con el espíritu emanado de ellas.Por lo general todos esos marcos legales son muy similares entre los países democráticos y hablan de igualdad de derechos,libertad,justicia social,progreso,etc...
Por ese motivo me han chocado diversas manifestaciones de distintos responsables que tienen un sesgo ideológico muy claro hacia la desigualdad. Es el caso,por ejemplo,del fallecido Manuel Fraga cuando afirmaba que "era natural" que una persona de buena familia (se supone que entendía por buena familia aquella adinerada o cuando menos de pensamiento conservador-liberal),tuviese más posibilidades en la vida que otra que no lo fuera.En mi criterio esa forma de pensar es enormemente injusta,ya que tiende a justificar las desigualdades por un hecho ajeno a las personas afectadas: no es tan importante el esfuerzo del joven estudiante o trabajador como las circunstancias derivadas de sus antecedentes familiares o sociales.Niega la igualdad de oportunidades.
Cuando Aldous Huxley escribió "Un mundo feliz" criticó duramente ese determinismo social existente en las sociedades.El futuro de las personas se determinaba manipulando genéticamente los óvulos en el laboratorio y de esa manera se "creaban" grupos sociales que tendrían una predeterminada función social y además se les preparaba mediante estímulos formativo-científicos para ser felices sólo en ejercicio de esa función.Un barrendero sólo podría ser feliz siendo barrendero,y un director de banco sólo podría ser feliz como director de banco...
Por supuesto que yo soy un convencido de que las personas no somos iguales,siempre lo he defendido,pero también siempre he defendido que todas las personas tenemos los mismos derechos y que los modelos sociales deben preferentemente atender a los más necesitados.En la vida tienen que existir mecanismos correctores para evitar la desigualdad y especialmente en lo social esa función le corresponde a los Estados.Los gobiernos,como responsables de la gestión de los Estados,tienen que preservar un orden social justo y dar oportunidades a todos los ciudadanos.Redestribución de rentas a través de los impuestos,generalización de sanidad y educación,apoyo decidido a la cultura,sistemas que permitan paliar situaciones de necesidad...en fin todo eso que llamabamos eufemísticamente "el estado del bienestar" y que paulatinamente nos vienen quitando.
Por eso me alarma el pensamiento político de personas que hoy son los máximos responsables del gobierno de nuestro país.Ignoro si sigue pensando igual que en el momento en que escribió el artículo del anexo,pero de acuerdo con mi teoría tiendo a pensar que si.Y esa forma de pensar esconde una injusticia potencial en el ejercicio de su responsabilidad.Está en la línea de pensamiento contraria totalmente a la justicia social.
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