Europa, la vieja Europa, la clásica Europa que aportó los cimientos del derecho actual, la Europa cristiana, la Europa humanista del Renacimiento que posteriormente se convirtió en mesiánica e intransigente tras el descubrimiento del nuevo mundo, la Europa imperialista y absolutista, la Europa negrera, la Europa revolucionaria, la Europa liberal, la Europa de las ideas, la Europa de las guerras, la Europa industrial, la Europa de la Unión, cada vez más va tomando el camino de la intolerancia, el populismo y la xenofobia.
La intolerancia siempre tiene que ver con la reafirmación de uno mismo frente a los demás. El ego del intolerante, su profunda convicción de que está en poder de la verdad, le lleva a una postura de intransigencia frente a otros puntos de vista, que rebate con una firmeza llena de monólogos, evitando la alternativa del diálogo racional y el contraste de las ideas; el intolerante siempre piensa que el intolerante es el otro y sobre esa base acaba discriminándolo, entrando en una espiral fanática que puede llevarle a la violencia verbal o incluso a la agresión física.
Existen varias clases de intolerancia, pero me voy a referir aqui a la racial y a la religiosa; en Europa está creciendo, alimentada en el caldo de cultivo de la crisis económica y enarbolada por partidos y formaciones que podríamos tildar sin remilgos de "no democráticos", pero también por ciertos sectores conservadores y liberales de partidos democráticos, por determinados grupos y medios de comunicación y por muchos ciudadanos.
Recientemente hemos conocido la alianza internacional entre Marine Le Pen y Geert Wilders, ambos representantes de la creciente extrema derecha francesa y holandesa, para presentarse en coalición a las elecciones europeas de mayo de 2014. Ambos se declaran racistas y antieuropeístas: prometen acabar con el euro, recuperar la soberanía nacional y cerrar las fronteras. No son los únicos casos en Europa: Pia Kjaersgaard en Dinamarca, el partido Vlaams Belang en Bélgica, Cristophe Blocher en Suiza, el partido de extrema derecha Jobbik en Hungría, La Liga Norte italiana, los griegos de Amanecer Dorado, o los llamados "Demócratas Nacionalistas", partido xenófobo e islamófobo en el parlamento sueco desde 2010. Todos disfrazados de demócratas, pero en realidad demagogos, populistas, extremistas y fundamentalistas, sin ningún discurso racional y demócrata en que apoyarse: representan la intolerancia extrema.
A partir del otoño del año 2010 los partidos demócratas europeos cambiaron su discurso sobre la multiculturalidad y en un guiño hacia su electorado más conservador Angela Merkel, David Cameron, Nicolás Sarkozy y el primer ministro holandés Mark Rutte acabaron enterrando el largo camino andado de la integración cultural. La frase más determinante, de boca de Merkel: "decir que un día, ya está, nos hacemos multiculturales, vivimos juntos, y todo el mundo contento, ha sido un fracaso, un fracaso total", posiblemente sería suscrita por una gran parte de la sociedad europea. Con esa declaración la política quedó a los pies de los caballos de la xenofobia neoliberal y de la incompetencia para hacer frente al desaforado e injusto reparto de la riqueza que los poderosos grupos económicos imponen: no vemos al enemigo en los que detentan la propiedad de la mayor parte de este sistema económico que condena a la población progresivamente a la pobreza, sino en los inmigrantes, en aquellos que no son como nosotros...
Para ilustrar esta miopía y burda ignorancia me permití enviar unos videos musicales de diversos y variados artistas, que no tendrían cabida en un mundo como el que proponen estos peligrosos extremistas iluminados que pretenden arrastrar a nuestras sociedades a la cerrazón cultural y social más absoluta:
Jean Baptiste "Django" Reinhardt, nacido en Bélgica, era gitano. Revolucionó la música de jazz.
El canadiense Leonard Cohen, premio Principe de Asturias de las Letras en el año 2011, poeta, novelista y músico, es judío, de madre lituana y padre de ascendencia polaca.
Marisa dos Reis Nunes, "Mariza", nació en la antigua Lourenço Marques, Mozambique, de padre portugués y madre mozambiqueña.
Shahnourth Varinag Aznavourian, el gran "Charles Aznavour", es compositor, cantante y actor francés de padres armenios.
El fallecido británico Farrokh Bomi Bulsara, rebautizado como Freddy Mercury, era de origen indio y había nacido en Zanzibar. Era homosexual, pero su tema "We are the champions" suena en todos los templos del machismo futbolístico.
Bruce Springsteen desciende de antepasados holandeses, irlandeses e italianos. Siempre está comprometido con movimientos sociales.
Giuseppe Mustacchi, fallecido este año en Niza, había nacido en Alejandría (Egipto), de familia judeo-griega originaria de la bella isla de Corfú, que visitamos en el crucero. Triunfó como cantautor con el nombre de Georges Moustaki.
Son solo siete ejemplos de personas multiculturales, artistas de primerísimo nivel a los que debemos la musicalidad, la emoción y belleza de sus voces y melodías. Muchos son o han sido políglotas, además de portadores de una cultura universal que trasciende fronteras, razas, religiones, ideas políticas o clases sociales. Todos son inmigrantes, como la mayoría de nosotros lo somos, a otro nivel.
¿Y los españoles, cómo somos de intolerantes?.
Nuestra historia dice que tras 14 siglos entre nuestros antepasados, los reyes católicos, en marzo de 1492, expulsaron a los judíos por motivos religiosos y sociales (entonces eran unos 200.000 para una población total peninsular de 5 millones). Sefarad, le llaman todavía a nuestra tierra y conservan el idioma de entonces. Años después, a partir de 1609, les tocó a los moriscos (alrededor de 300.000 para una población cercana a los 8 millones de habitantes), que habían convivido desde el siglo VII (nueve siglos en total), expulsados por el rey Felipe III. Durante la etapa de ocupación árabe convivieron las tres religiones. Bastó que se impusiera el cristianismo para que las otras sobraran. Fé católica y reafirmación nacional (casi eufemismos de intolerancia).
No sé si somos intolerantes, pero la historia parece mostrar que si...