Vete con un bocadillo y una cerveza. Yo pasé hambre y sed.
Como el Vega Sicilia salió un poco mal, la última vez, yo puedo poner Pingus. Haber si así podemos beber vino.
Queridos Leo y Miguel, queridos todos los demás...
Como Miguel en su respuesta, además de confirmar lo escrito en el "graffiti" en lo referido a mi persona y mis preferencias sexuales, solicita aclaración a la ubicación de las otras dos fotos...
Como Leo sólo aclara que la última de ellas se corresponde con el paraje natural de las "Barrancas de Burujón", sito en el municipio toledano de La Puebla de Montalbán (yo me limité a dar la pista de "La Puebla")...
Habrá que aclarar a que población corresponde la otra fotografía...
I'll do it my way!.
Phillip Roth es un autor norteamericano, descendiente de judios emigrados de la región de Galitzia o Galicia, en los Cárpatos (ubicada entre Ucrania, Polonia y Eslovaquia). Ha sido merecedor de diversos premios, entre ellos el Principe de Asturias de Las Letras del año 2012 y su estilo es complejo, con numerosas citas que denotan su erudita y proverbial mente de creador literario. En algunas de sus obras se sirve de un personaje ficticio, al que llama Nathan Zuckerman, que como el propio autor es también escritor, judio, contemporáneo, reside en las mismas poblaciones en que lo hace Roth y a menudo pasa por las mismas vicisitudes. Se trata por tanto de un "alter ego", o como dice el propio Roth, de su "alter mente". Zuckerman lucha en la ficción con sus propios lectores, a los que trata de hacer ver que él no es igual a los personajes que crea, pero los lectores se niegan a creerle. Es la manera de expresarse de Roth, que también trata de huir de la identificación del personaje que ha creado. Quiere esto decir que en su obra (en realidad, tal vez en toda obra), siempre hay algo autobiográfico, pero con muchísimas licencias que se corresponden con la ficción que se desarrolla a través de los personajes. A menudo pensamos que los escritores expresan su manera de pensar a través de sus creaciones, pero no tiene que ser necesariamente asi.
Enmarcada en una trilogía, Roth escribió una novela titulada "Zuckerman desencadenado", en la que en uno de los capítulos crea un estrafalario personaje - Alvin Pepler - que relaciona con el escritor de éxito multitudinario que en ese momento es Zuckerman. Pepler es ex-marine, también judio y arrastra el peso de una fama olvidadiza, cuyas reminiscencias acaba conociendo Zuckerman, ganada en un programa de televisión de la época, un programa de concursos. Con el tiempo Zuckerman observa que Alvin Pepler tiene una excepcional mente que le permite recordar con precisión detalles que pasarían desapercibidos para la mayor parte de las personas: puede recordar listas de éxito musicales, perfectamente ordenadas por fechas, por autores de la música, por autores de la letra, por sus títulos, por sus intérpretes, por las editoras musicales de los discos, por las versiones...
Alvin Pepler puede hacer lo mismo con cualquier otro tema que quiera, es un verdadero ordenador que almacena todo lo que recibe y lo dispone de diferentes maneras, a solicitud del demandante que lo precise. Eso asusta a Zuckerman, que instintivamente huye de Pepler, le repulsa el don que posee. Y por el mismo motivo Alvin Pepler es infeliz, no se puede realizar a través de sus capacidades innatas: estamos ante una paradoja.
Pero afortunadamente yo no soy Alvin Pepler...
Lo único que poseo es una cierta capacidad para retener datos, sobre todo relacionados con actividades que me gustan, como cualquier otra persona. En los viajes voy con los ojos bien abiertos, tomo notas (a veces solo mentales, a veces las escribo), y suelo estudiar previamente los recorridos, los aspectos más importantes a destacar, los monumentos...
Me gustan, como es notorio, la Historia, la Geografía, la Música, la Literatura (todas en mayúsculas) y últimamente me intereso por la pintura y la arquitectura. Cada viaje para mi supone un antes y un después: en ambos momentos me intereso por los datos que he tomado, que pasan a ser bagaje de mis conocimientos culturales.
Por ese motivo me resultó relativamente fácil identificar los pináculos del Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo, que dan a la parte del claustro, obra relevante del estilo gótico isabelino, con el fondo de los alrededores de la ciudad manchega al fondo. Del mismo modo pude identificar los Montes de Toledo en la otra fotografía, con el pantano de Castrejón en primer plano. Para jugar, de manera un tanto pedante por mi parte (lo reconozco), solo aporté información complementaria, relativa a la conmemoración de la batalla de Toro, motivo por el que los Reyes Católicos mandaron construir el monasterio toledano, en el primer caso, y el nombre de la población, acotado (La Puebla, pero no la mía) en el segundo.
Pero no temáis, no soy ningún superdotado, ni lo pretendo. Ya me gustaría tener la capacidad intelectual, el tiempo y el dinero para viajar y viajar y viajar...
Yo no soy Alvin Pepler.
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Si que te aclaro y te doy la razón de la otra fotografía, pero tu querias escribir.
Todo ficción, tio, lo que escribes de ese individuo que era un resentido y un perdedor. No me gustan los judios y menos los de ficción. Lo dicho.
Los que no sabemos y los que queremos saber, te saltan.
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¡Cómo se nota que ninguno de los tres tenéis qué hacer!
¡Poneos a trabajar los tres.! ¡Pandilla de vagos!
¡Que estáis consiguiendo que al pobre de Cristobal Montoro le caiga el pelo y le crezcan las orejas!
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Espero entonces que me avises la próxima vez que vengas para conocer esa zona toledana, yo me encargo de los avíos.
Podemos aprovechar para ver las múltiples exposiciones que hay en Toledo sobre el Greco ya que están celebrando el 4º centenario de su muerte (7 de abril de 1614).
Además me brindo a hacer de guía por el museo, para que puedas conocer un poco en detalle esa maravilla que tanto frecuento desde hace mas de dos años gracias a que, a través del banco, soy Amigo del Museo del Prado.
Si convences al Cura Gay (seguro que se encuentra muy a gusto en la Barranca del "Bujarrón") o a quienes tu prefieras, si no te gusta la gente con pelo, también los incluimos en el lote.
El Vega Sicilia no salió mal, el problema fue que no lo dejamos airearse suficientemente. Ya había dicho Jml que no teníais ni puta idea, pero un Pingus no vendría mal, aunque lo haga un danés.
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Bueno, bueno, no te pongas así, yo salamente hable de cerveza y bocadillo.
Encuanto al Prado y al Griego me decanto por este último. Hay que probar nuevas posturas.
La cultura me ocupa muchos ghz y me quedo sin espacio para el dia a dia.
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Ya sabía yo que te ibas a arrugar enseguida, si quieres practicar el griego no hay inconveniente en pasarnos por Chueca, donde lo hablan con soltura.
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Como evolucionan los escritos, estoy desolado.
Unas imágenes bellas de unos paisajes fantásticos, terminan en el bario de Chueca.
Disfrutar el fin de semana.
Leo