Decir que el mundo está pasando malos momentos es decir una estulticia; un repaso a la historia nos mostraría de inmediato que nunca hubo sosiego en la evolución, especialmente en lo que concierne a la vida desde la aparición de los humanos. Desde el invento del capitalismo, cuyos antecedentes algunos expertos sitúan en el renacimiento, cíclicamente han aparecido las crisis económicas, siempre resueltas de manera desequilibrada, provocando que la riqueza paulatinamente se vaya concentrando en manos de unos pocos y asentando de ese modo las bases para una próxima crisis. La historia (económica) se repite, sobrevuela en círculos concéntricos.
Algo de lo anterior debió intuir el personaje de la imagen, quien decidió largarse bien lejos a disfrutar de la vida, olvidándose de los sinsabores laborales, económicos, sociales y familiares. Un buen día tomó la iniciativa de vestir cómodo, o lo que él entiende por cómodo, que en realidad es vestir, calzar y cubrirse la cabeza de manera zarrapastrosa, o simplemente no vestirse, y agarrado firmemente a un vaso o copa generalmente colmado de bebidas alcohólicas, lanzarse a pormenorizadas disertaciones sobre temas variados, repetitivos y cansinos, dirigidas a un público cada vez menos predispuesto a escucharlas.
Ahi tenemos la prueba, delante de nuestras narices. El hombre parece haber sido repentinamente descubierto en uno de sus refugios de soledad y con expresión de sorpresa o desconfianza, o ambas cosas a la vez, mira a la cámara como inquiriendo al desgaire: "¡Cagondiós!, ¿es que estos cabrones no me van a dejar tranquilo nunca?...", Puede que esté pensando eso u otra cosa, si realmente tuviese esa facultad racional, o puede que más bien tenga la mente en blanco, que es una elegante manera de decir que no está pensando en nada, o directamente que no piensa.
Bajo el techado cubierto de paja, al aire libre, tan exótico y evocador de ensoñaciones y descansos, llama la atención la falta de vello de su cuerpo, o al menos se la llama a alguno, probablemente como consecuencia de que a ese "alguno" le sucede exactamente lo contrario: tiene vello en todo su cuerpo. No es extraño por tanto que la mirada a esa peculiaridad del físico del hombre de la imagen se asemeje a la que pueda tener un peludo orangután delante de la piel lisa de un cachalote: en esa situación, al orangután no le llamaría la atención el tamaño o el hábitat o la vida social del otro mamífero, sino la falta de vello, en una lógica pura.
Pero no divaguemos y volvamos a la fotografía: el hombre, en un plano medio, sentado y acodado cómodamente, la mirada como enfurruñada, defendido del sol por el exótico techado hecho de blanca madera, rodeado de mesas y sillas blancas con asiento azul, asido a un vaso lleno de un líquido oscuro (probablemente coca cola), con el torso exento de pelambre y una cocorota en la que desde hace tiempo el pelo ha emprendido una apremiante retirada, mira sorprendido, o extrañado, o con un punto de cabreo a la cámara, mientras en un segundo plano observamos las sombrillas, la arena blanca de la playa, el azul del mar, el buque con el que ha realizado el crucero por el Egeo que le condujo hasta esta isla de las Cicladas y más al fondo otro crucero aproado, delante de la otra parte de la isla, u otra isla, ¡vaya Vd. a saber o recordar!. El hombre se acaba de dar un baño en las azules aguas y ahora descansa del esfuerzo realizado: hay que caminar por la arena bajo el tórrido sol, hay que efectuar sincronizados movimientos para despojarse de la camiseta y las chanclas, hay que volver a desplazar la masa corporal, constantemente bajo el insolente e inclemente sol hasta alcanzar la orilla; posteriormente hay que aclimatarse al líquido elemento, flotar y deslizarse en la dirección elegida consciente o inconscientemente y una vez acabado el baño repetir el proceso en sentido inverso, incorporando al repertorio unos nuevos movimientos sincronizados destinados al secado del cuerpo, que si bien resulta más fácil en un individuo exento de vello, supone siempre un indudable esfuerzo. Todo ello, como es obvio, implica un fuerte consumo calórico que debilita al más pintado, y este individuo, por pelirrojo, efectivamente aparenta estar más pintado que otros. De ahi puede provenir la razón de su aspecto hosco o molesto. "Do not disturb" parece llevar escrito en la amplia, arrugada y morena frente.
La realidad, sin embargo, por sorprendente que parezca, no es la del bebedor solitario que hemos relatado: muy al contrario, el personaje en cuestión simplemente es captado por uno de sus amigos en una imagen distendida, efectivamente tras un delicioso baño grupal en aguas del Egeo, en una tarde de un dia de un mes de junio, en una cálida playa de la isla de Mykonos. Por sorprendente que parezca su aspecto es el habitual y sus amigos se han habituado a ello; él ya se había habituado antes, tras acaloradas discusiones con su imagen reflejada en el espejo. Su ya larga experiencia de vida (no vamos a incidir en la espinosa cuestión de su edad), ha forjado en él al descreído, al reticente, al irónico. Su personalidad está alimentada por la evidencia, lo demostrable, lo racional a su manera, lo palmario: no es amigo de veleidosas inquietudes culturales. Sus preferencias son claras: eventos lúdicos, cachondeos variados, sesteo y fiesteo, en definitiva el perfil galaico/español. Esto no quiere decir en absoluto que no nos encontremos ante una persona seria, leal, cumplidora, laboriosa, hospitalaria, respetuosa, que por supuesto lo es, solo que "prefiere" o antepone lo banal como un sistema de rebajar las tensiones y golpes que le ocasiona el vivir. Nadie está libre de problemas, como el bien ha tenido ocasión de padecer. Así que dejémosle reposar en esa posición de repantigamiento y procuremos que siga disfrutando de la reparadora vida del crucerista ocasional.
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!!Joder¡¡ te devuelvo el correo, primero no se que significa estulticia y supongo que si es buena será siempre aplicable al autor del articulo y, segundo, no tengo tiempo de leer. Me voy de viaje.
A la hora que escribes estas proclamas, que debian ser de viva voz, por que no ves alguna telenovela?
Abur