¡Cago en diós!...¡cago en la vírgen!...¡cago en todos los santos!...
El sargento Indalecio Fostión contemplaba con un mohín de fastidio al tipo aquel que vociferaba tales barbaridades. Se trataba de un cincuentón avanzado, cuyo ralo cabello pelirrojo se batía en retirada frente a una clara triunfadora calvicie, y cuyo rostro mostraba rasgos evidentes de pertenecer a un individuo de caracter difícil. El sargento Fostión, de natural reservado y extremadamente parco en palabras, estaba habituado a todo tipo de declaraciones y comparecientes, pero el antaño pelirrojo que ahora tenía delante de sus narices llevaba más de media hora dándole la barrila con su sonsonete inacabable, repetitivo y carente de sentido, haciendo gala de una exhuberancia vocal ilimitada, pero con ausencia notoria de significado racional. Haciendo oídos sordos a aquella especie de mantra que le estaba machacando las meninges, en la mente del sargento se sucedían, una tras otra, imágenes de distintos y aberrantes sistemas de tortura que le gustaría aplicar de inmediato con aquel pelmazo. Repiqueteaban inquietos los dedos de sus manazas en la deteriorada madera del escritorio, trasladando a los terminales táctiles de sus extremidades superiores la insoportable impaciencia que le iba aflorando en rápido "crescendo", hasta que no pudo aguantar más y decidió dar por terminado aquel suplicio: las palmas de sus enormes manos cayeron boca abajo con una fuerza inusitada sobre la mesa de su despacho, y provocaron un estruendo tal que en varias manzanas a la redonda se paralizó toda actividad conocida.
II)
La parroquia de Santa Mariña de Cabral se extiende en la parte norte del concello de Vigo lindando con el municipio de Mos. Está en una zona algo montañosa, lo que viene a marcar el caracter montuno de sus habitantes, y su topónimo deriva del latin "capra" (cabra o chiva) por la abundancia en otros tiempos de este rumiante de solo dos cuernos en aquellos parajes. Hoy sus habitantes son unos 7.000, pero han perdido la cornamenta, o al menos ésta no resulta visible. Sería lógico que el gentilicio a emplear con los machos fuese "cabrón", "chivato" o "macho cabrío" en los adultos, y "cabritos" en las crías, pero los muy lerdos lo han cambiado, por razones ignotas, y se autodenominan "cabraleses". La parroquia cuenta con una iglesia de fábrica modesta, de sobria fachada neorenacentista culminada en una espadaña que alberga dos tristes campanas (como dos cuernos). El atrio, con buenas vistas hacia la ria viguesa, cuenta con un palco de música para amenizar las numerosas fiestas que celebran, pues sus habitantes son de natural vagos y también amigos de lo ajeno, como demuestran al haberse apropiado de bienes comunitarios que pagan todos los vecinos de Vigo y que sin embargo redundan en un pingüe beneficio para ellos. Su desfachatez es de tal calibre que le llaman "Santa Marina" a su patrona, cuando en realidad están más cerca del monte que del mar.
El plato fuerte para una de las fiestas más representativas y populares de la parroquia, a la que denominan "a festa do pan de millo" consiste en una sardiñada a lo bestia, regada con abundante vino malo, del que poco o nada importa el color, el olor y el sabor, acompañada de ingestas exageradas de empanadas de cebolla, que solo los estómagos de aquellos brutos son capaces de digerir. Quiso el azar que este año los cardúmenes del afamado pez teleósteo de la familia clupeidae, denominado sardina "pilchardus" ¡vaya usted a saber por qué!, en lugar de darse el habitual garbeo por las costas gallegas y cantábricas, tuvieron la caprichosa veleidad de explorar otras aguas más alejadas, con la consiguiente escasez de capturas, circunstancia ésta que alarmó a los especuladores organizadores del festejo, habituados a obtener rápidas ganancias en eventos de tenor pseudogastronómico, siempre a costa de atentar contra la salud de los incautos ciudadanos.
La situación deficitaria del reclamo principal de la cuchipanda requería una acción directa e inmediata, por lo que se reunió de urgencia el llamado "consejo de sabios" de la parroquia, cuya composición se decidía mediante la interacción mutua de los aspirantes, los cuales discernían sus capacidades intelectuales a mamporrazos de tal intensidad, que dejan a uno invariablemente tonto. El consejo era "trino", es decir no formado por pájaros sino por tres individuos, por tanto en número impar, evitando de esa astuta manera que la toma de decisiones diese lugar a empates, lo que redundaría en ese supuesto a una nueva tanda de hostiazos entre sus integrantes; el más despierto de intelecto, un tal "jml", llevaba la voz cantante, eufemismo traído aquí de forma intencionada, pues apenas se manifestaba oral y públicamente más allá de apostillar algún comentario de los otros asistentes, que no era de su agrado, con un ¡Diossss! que se introducía como un alien por la espina dorsal de los que lo oían, provocando un estremecimiento de horror paralizante. El jefe "jml" vigilaba pero dejaba hacer a los demás, cuyo discurso ganaba en intensidad y vocerío, y se enardecía hasta el paroxismo previo a todo inicio de hostilidades, momento en que el líder espiritual de aquella trinidad parroquiana levantaba sus poderosos brazos por encima de su alopécica cabeza y sin mediar palabra alguna (ya se dijo que las economizaba como si fueran oro) los descargaba con toda su fuerza sobre las cabezotas de sus consejeros, volviendo la situación a sus inicios, es decir, sin avances sustantivos o relevantes.
Los consejos de sabios solían durar horas y en ocasiones días, pero esta vez la falta de la materia prima esencial de la papancia apremiaba, por lo que, en un inusual rapto momentáneo de cordura, "jml" con el rostro iluminado de los "idem", tomó una sabia decisión: el mismo, "in person", iría al frente de una representación vecinal a dialogar con el alcalde, al objeto de obtener una solución al problema de la escasez de las sardinas. Los otros miembros del consejo y los que asistían como oyentes a la reunión se quedaron mirando al líder estupefactos, con los ojos como platos, los ceños fruncidos por el esfuerzo que les suponía pensar, con la boca abierta y babeante, típica de congéneres con ciertas taras, preguntándose como iba a ser precisamente él, que no gastaba no ya frases ni palabras, sino simples fonemas inarticulados y/o sonidos onomatopéyicos, el que dirigiera la palabra al mandatario...pero nadie osó decir "esta boca es mía", ni mucho menos llevarle la contraria, so pena de recibir una ración extra aleatoria, y potencialmente intensa, de sopapos.
III)
En la radiante mañana, el sol hacía resplandecer todo lo animado e inanimado. Era uno de esos dias gloriosos que sólo los afortunados prejubilados y/o jubilados y/o ociosos por otros motivos, podían captar y disfrutar; el horizonte, despejado de nubes, se perdía en una línea difusa en donde mar y cielo pugnaban por imponerse el uno al otro. La agradable temperatura y la leve brisa que se había levantado contribuían a crear una atmósfera que invitaban al sosiego y a la paz, a la armonía con la naturaleza, al abandono lúdico y a las ganas de vivir...
El androide, situado en la parte baja de la finca, con su fiel y leal lugarteniente "Prince" siempre en estado de máxima alerta a su lado, contemplaba con legítimo orgullo y endógena satisfacción de terrateniente sus vastas posesiones. Le había costado un mundo, si, le había costado mucho, pero la recompensa era inmensa y muy gratificante: la visión del verde césped iluminado a contraluz por el ascendente astro solar, con las hierbas perfecta e idénticamente cortadas a la misma altura, en un prodigio de exactitud, transmitía una agradable sensación relajante, que invitaba a tumbarse a la bartola en aquel maravilloso remedo de prado. Un chisporrotazo en el cableado de sus conexiones robótico-neuronales precedió a una nítida percepción placentera extraída de sus ficheros más cercanos a la obsolescencia y su memoria ram subió la imagen de su querida Baronesa enfundada en un coqueto y atrevido modelo de amplio escote delantero en uve. El androide entró de lleno en una especie de trance...que debido a su naturaleza no biológica y a sus especificaciones técnicas, podríamos confundir erróneamente con una creciente falta de alimentación de sus circuítos por alto consumo de su batería, pero que en realidad evidenciaban un "enlentecimiento gradual de sus percepciones robóticas" debido al fuerte desgaste que le suponía el revivir ciertas imágenes, que no podemos ni debemos reproducir aqui, las cuales tenían como figura central a la mencionada Baronesa Ferreirova, retozando alegremente por el verde césped con el sugerente modelito comentado, en un gracioso ejercicio aéreo de piruetas e insinuaciones eróticas que estaban llevando a Adoado, que presentaba a estas alturas un cuadro casi apocaliptico, echando humo por todos sus intersticios, a una situación peligrosamente irreversible...¡vamos, que estaba a punto de excretar al exterior todos los fluídos internos que le permitían manejar con soltura sus articulaciones, con el consiguiente riesgo de quedar temporalmente inoperativo en su actividad binaria!.
Por fortuna, un ruído en los aledaños de su propiedad, llamó la atención del androide, desviándolo de su perniciosa y paralizante situación. Con rapidez identificó el sonido, procedente del maullido de un "felix silvestris catus" (el androide se expresa asi, utilizando a su arbitrio el latin u otra lengua, no hay que buscarle los tres pies al gato), que a su vez puso en inevitable e instintiva llamada selvática a su fiel cánido, al que sujetó con fuerza para evitar males mayores: la lucha resultaría muy desigual, sobre todo para Prince, animal educado en la excelencia del placentero disfrute en salones exquisitos, y por tanto poco habituado a rebajarse a riñas callejeras y/o barriobajeras. El azaroso incidente provocó que el androide reparase en la furgoneta estacionada al lado del muro de su interminable finca y que le recordó que debía solucionar aquel desagradable problema, que ya tenía medio olvidado (como también ya había olvidado su pertenencia a la Bocholter-Borkener Volksblatt Android "BBVA", donde había prestado servicios como supervisor técnico de congéneres). Una vez más había sido víctima de los tejemanejes de sus mal llamados amigos, quienes habían acudido una vez más a él, en demanda de un favor, a cambio de involucrarlo en un más que probable transporte ilegal de ciertas mercancías perecederas...
IV)
La cabeza le dolía con fuerza al teniente Máximo Melitón Aguililla aquella tormentosa tarde de lunes. Todavía resonaban dentro de su cráneo los agudos gritos de su esposa en la desagradable noche anterior, en la que una vez más, habían discutido violentamente. El teniente corrigió de inmediato su recuerdo y limitó el indebido plural a un mucho más exacto singular: la que lo había abroncado a él había sido precisamente su antaño tan querida Primorosa Almejina, muy en su papel de vacaburra cada vez más insoportable y odiosa, en tanto Máximo Melitón hubo de atenerse, como siempre, al papel que tenía reservado y muy asumido, de pasivo sufridor de las salidas de tono cada vez más frecuentes por parte de su actual y descomunal medio limón.
Refugiado en la lectura de los papeles que tenía sobre su escritorio, el teniente Aguililla confiaba en que el ácido acetilsalicílico del calmante que había ingerido hacía aproximadamente unos quince minutos comenzase a hacer su terapéutico efecto o al menos le proporcionase un reconfortante efecto placebo. Con dificultad, debido al intenso dolor, leía un informe acerca de las investigaciones llevadas a cabo en la zona de Areacova, lugar perteneciente, como es sabido, al municipio pontevedrés de Cangas do Morrazo, enclavado en la preciosa ria viguesa:
en donde se había producido un altercado entre una nativa y residente del lugar de Espiñeira y un no nativo, pero propietario de un chalet cercano a la playa, con resultado de lesiones leves, según rezaba el anexo en que se aportaba un parte médico y que afectaba a la demantante, la cual manifestó en la denuncia que un tipo madurito pero en buena forma, alto, mal encarado, con bigote, cabello rebelde corto y entrecano, pero con predominio todavía del negro, aunque imposible de peinar, la había tomado con ella espetándole "que no tenía ni puta idea", a raiz de un nimio incidente al rozar apenas con su vehículo al mencionado individuo, mientras realizaba el trayecto de regreso a su casa por las estrechas "corredoiras" de aquellos bellos parajes costeros. El teniente se saltó los pormenores detallados en la demanda y buscó el parte de lesiones, y justo en ese momento oyó un estruendoso sonido procedente, al parecer, de la sala de interrogatorios, contigua a su despacho...
Temiéndose lo peor, se le vino a la cabeza una nueva salida de pata de banco de su subalterno el sargento Fostión, y en un fugaz desplazamiento corpóreo, se personó en la sala anexa, haciéndose cargo inmediatamente de la situación: un tipo antaño pelirrojo, con los ojos a punto de salirse de sus órbitas, por mor de la apremiante falta de oxígeno que estaba sufriendo, como consecuencia de la creciente presión que sobre su garganta ejercían las manazas del sargento, manoteaba desesperado en el aire en un inútil esfuerzo, en tanto su subalterno, con el rostro beatífico transfigurado por la maravillosa sensación de placer que sentía, comenzaba a babear copiosamente de modo salvaje por las comisuras de los labios...
(CONTINUARÁ...)
(O tal vez no, ya veré, estoy muy desganado...)
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Espero espectánte el siguiente relato espectral.
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Espero espectánte el siguiente relato espectral.
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Pues la verdad es que me temía algo de mas profundidad dialéctica, con muchas mas letras, ocupando muchísimo mas espacio...
AdoAdo
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¡¡¡¡ DIOSSSSSS !!!!
¡Fostión!
¡Aguilillaaaaa!
¡LE CORTÁIS VOSOTROS ESA ASQUEROSA LENGUA O TENGO QUE HACERLO YO!
jml
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premio NADAL 2014
zzz zzzz zzzzz
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Leyendo esto me acordé de ti; Vituquinho. Sigue perseverando en los largos pensamientos y escritos.
Para que dejemos de ser espejos.
Un artículo de psicología muy interesante sobre la apatía humana….. y a lo que nos conduce!!
Se tarda un ratillo en leer, pero para los que creéis no tener tiempo suficiente para hacerlo, ahí os dejo unas frases del propio artículo, que espero que os haga picar la curiosidad:
(….) a las personas que ostentan el poder les interesa bombardearte con enormes volúmenes de información lo más superficial posible.(…)
(…)Nos sucede a todos: cada vez nos cuesta más dedicar tiempo a leer un artículo largo cargado de información estructurada y razonada.
Exigimos que sea más resumido, más rápido, que se lea en una sola línea y que se ingiera como una pastilla y no como un ágape decente.
Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un yonqui ávido de contínuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y analizados por cualquier otro cerebro, para no tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una compleja y contradictoria opinión propia.
Porque odiamos la duda, pues nos obliga a pensar(...)
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El próximo sabado firma de libros en el REBULLON de Vigo.
Vicente Manuel el loco de la colina