
Hace muchos años la lectura de dos libros despertó en mi una conciencia que iba más allá de la ecología al uso. Me apercibí entonces de que los problemas de nuestro planeta provenían precisamente de la acción humana y de los despropósitos que se hacen en aras del llamado desarrollo. Jonathan Weiner en su obra "Los próximos cien años" citaba tal vez el caso más paradigmático: en el año 1945 en Alamagordo, Nuevo Méjico, se desarrolló un experimento científico secreto, al que se denonimó "Trinity". En una zona desértica, al que los conquistadores españoles llamaron "Jornada del Muerto", el responsable máximo del experimento, Robert Oppenheimer, contempló en un búnquer protegido bajo tierra la mayor explosión de la historia conocida hasta ese momento. El ensayo secreto, por su magnitud dejó de serlo, se hizo visible y pasó a ser el experimento más público de la historia. Oppenheimer recordó, respirando con dificultad y agarrado a un pilar para tranquilizarse, una frase del Bhagavad-Gita, la escritura sagrada hinduísta: "Ahora me he convertido en la Muerte, el Destructor de los Mundos". A su lado, su mano derecha Kenneth Bainbridge, añadió sin tanta retórica: "Ahora somos todos unos hijos de puta". Tres semanas más tarde cayeron sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki y el mundo nunca jámás volvería a ser el mismo...el hombre había sobrepasado los límites de su poder destructivo.

En la obra "Más allá de los límites del crecimiento", de 1991, sus autores aportan datos entonces ya apabullantes sobre la contaminación, los recursos renovables, la población, la producción de alimentos, la fertilidad de la tierra, el desarrollo y la pérdida de tierra cultivable, la producción industrial, la producción de servicios, el empleo, la salud, la rénta per cápita, etc. Me interesa citar expresamente lo que comentaban sobre la pobreza: "Compartir es una palabra prohibida en el discurso político, probablemente a causa del profundo temor de que la igualdad real suponga insuficiencia para todos. Suficiencia y solidaridad son conceptos que pueden ayudar a estructurar nuevos enfoques para acabar con la pobreza. Todo el mundo necesita seguridades de que la suficiencia es posible y de que hay un alto compromiso social para asegurarlo. Asimismo, todos necesitan comprender que el mundo está unido ecológica y económicamente. En este sobrepasamiento estamos embarcados todos. Hay suficiente como para arreglarnos, si se gestiona bien. Si no hay buena gestión, nadie escapará a las consecuencias".
Es evidente que se ha fracasado, que la humanidad ha fracasado. Los humanos estamos regidos por gobiernos mediocres que representan intereses bastardos ligados con el poder económico. Hoy siete mil millones de personas conviven en un planeta al que maltratamos. No nos entendemos, seguimos alzando barreras de todo tipo entre nosotros, sean étnicas, culturales, políticas, económicas, religiosas o de cualquier otro tipo. Apoyamos indirectamente políticas que se vuelven contra nosotros, mientras nos preocupamos por cuestiones banales, que no aportan valor a nuestras vidas. Nos hemos vuelto más egoístas, más insolidarios, más engreídos, más necios, más injustos y menos responsables.

En esta película-documental de Ron Fricke, los protagonistas son nuestro planeta y sus habitantes. Su titulo "Baraka" es una palabra que proviene curiosamente del aspecto místico del Islam, el sufismo, y quiere decir "aliento de vida". En la película están presentes la biodiversidad de las especies, las características geológicas de la Tierra, los fenómenos atmosféricos, la forma en que los humanos interactuamos con otras especies y con la naturaleza...
A los humanos se nos retrata desde un punto de vista humanista y místico. Contraste de sociedades, con incongruencias del mundo desarrollado y las creencias ancestrales. Las obras del hombre más representativas parten de nuestra espiritualidad. Las miradas que dirigen algunas personas filmadas al objetivo de la cámara son como preguntas que nos formulan: ¿hacia dónde vamos?...¿qué nos depara el futuro?.
Puede que ya la hayas visto, pero no estaría mal que la volvieras a ver. Al fin y al cabo es nuestro mundo, repleto de personas como nosotros, con sus anhelos, sus defectos y virtudes. No estamos solos...somos insignificantes en un mundo globalizado, que muchas veces nos cuesta entender.
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