La agencia de noticias "El Pedal" ha tenido conocimiento de un serio incidente franco-español ocurrido el pasado fin de semana en la zona pirenáica,que ha motivado la presentación de una queja formal del gobierno galo al departamento de exteriores que dirige el ministro Moratinos.
Al parecer el presidente francés, Nicolás Sarkozy, había decidido pasar la jornada del sábado esquiando en compañía de su pareja, Carla Bruni, cerca de Andorra,tras pasar la noche del viernes en un lujoso balneario en Ax-les-Thermes.Eligieron una pista que baja desde Super Bolquere serpenteando hacia la zona de pequeños lagos y que finaliza muy cerca de Etang de Lamoux.La pareja disfrutaba de los maravillosos paisajes en la preciosa mañana pirenáica,cuando de repente irrumpió un esquiador suicida que iba lanzado a gran velocidad,poniendo en grave riesgo al mandatario galo,que llegó a perder la trayectoria de su bajada y posteriormente el equilibrio,para terminar cayéndose con gran aparatosidad en un barranco al pie de una arboleda de abetos,entre los gritos de horror de su compañera.
El grupo de seguridad de Sarkozy no tuvo apenas tiempo de reaccionar y mientras varios guardaespaldas acudieron en ayuda de éste, otros se lanzaron en persecución del esquiador suicida.Los primeros pudieron comprobar como su jefe había resultado ileso,salvo en su dignidad,ya que le encontraron en posición "decúbito supino" y tuvieron que ayudarle a ponerse en posición vertical,pues entre el mareo y el susto no podía valerse por sus medios.Entretanto los perseguidores casi de inmediato perdieron de vista al supuesto agresor y para cuando llegaron al final de la pista de esquí, éste se había marchado en un remonte.De regreso al lugar donde habían dejado al presidente,que ya estaba bastante recuperado del tremendo susto y con un cabreo de campeonato,este les informó que le dió tiempo a ver con claridad que el individuo en cuestión,a pesar del intenso frío, iba vestido únicamente con una camiseta que ponía "Bultaco".
La policía francesa acordonó la zona y comenzó una intensa batida por los alrededores.Un agente de la Suretè tuvo conocimiento de una trifulca provocada por un español que a primera hora de la mañana,mientras desayunaba en su hotel,se quejó de que no habían servido "croissants",de que el servicio "era una puta mierda" y cuando el director del hotel se personó con intención de apaciguar los ánimos, el español le dijo "que no tenía ni puta idea de dirigir un hotel".
Un grupo de élite se dirigió de inmediato al mencionado hotel y tras diversas indagaciones averiguaron que en él se hospedaba un matrimonio procedente de la ciudad de Vigo,y cuya identidad no ha trascendido.En recepción les indicaron que se alojaban en régimen de "media pensión" y que posiblemente hasta la hora de la cena los españoles no regresarían.Informado el presidente francés, éste ordenó que le reservasen una mesa para dos en el restaurante del establecimiento en cuestión,con la clara intención de conocer al causante del incidente y tal vez darle su merecido.
El matrimonio español llegó hacia las 20,00 horas, recogieron las llaves en recepción y se retiraron a su habitación.A las 21,00 horas bajaron al restaurante y en el momento en que iban a sentarse a una de las mesas fueron abordados por varios agentes especiales franceses que tras identificarles les tomaron declaración de lo sucedido en la mañana.Apenas diez minutos más tarde llegó el matrimonio Sarkozy, al que le fueron presentados los españoles.El presidente francés,nada más ver a la esposa de su agresor y llevado por su fama de conquistador,se encaprichó de ella y decidió cortejarla.Les invitó a cenar,dió instrucciones de preparar una mesa para cuatro y con ánimo de rebajar la tensión del momento bromeó sobre el suceso matutino,restándole importancia.Ya en la mesa sirvieron un excelente Romanèe Conti y todos se distendieron.Sarkozy estuvo muy cortés y galante con la española,a la que frecuentemente tomaba de la mano y dirigía pícaras miradas con la complacencia de ésta,mientras el marido procedía a olisquear su copa de vino.La cena,exquisita,se desarrolló en un ambiente muy agradable hasta que el español,visiblemente enojado,llamó al camarero y le explicó en un francés con fuerte acento galaico que aquella botella era una mierda y que prefería que le sirvieran un Rioja.El presidente francés se sintió ofendido e informó de que lo que estaban bebiendo valía más de 1.000 euros.El español,lejos de amilanarse, le replicó que nadie le daba lecciones y que Sarkozy "no tenía ni puta idea" de vinos.La española trató de calmar a su esposo,pero éste ya estaba lanzado...hasta que la fuerte discusión quedó contundentemente abortada por los agentes franceses.
El español pasó la noche en el calabozo y fué declarada persona "non grata".
Su esposa siguió cenando tranquilamente y hablando de moda con Carla Bruni.
Sarkozy,apiadado,visitó al español y quiso jugar con él una partida de póker.
Evidentemente la partida la perdió Sarkozy.
(No tenía ni puta idea de lo tramposo que era su rival).
Agencia de noticias El Pedal
(Filial del Grupo de Comunicación El Pedal)
Copyright 2009
