14 octubre 2010

POEMA PARA PURI



Ayer lloré
y no sé por qué.
 
Me detuve delante de nuesto árbol
tras el paseo por el parque,
abrazado a su plateado tronco
vi las yemas a punto de brotar
y acaricié sus ramas...
 
Y entonces lloré
y no sé por qué.
 
Mis oídos se llenaban con la música
de la alegría de los niños que jugaban.
Contemplé el vuelo de los columpios,
impulsados por las orgullosas
y protectoras manos de sus madres...
 
Y entonces lloré
y no sé por qué.
 
En casa me recibiste
con un breve beso de bienvenida.
Tu cantarina voz iba desgranando las palabras,
mientras mi mirada se clavaba en la sonrisa de la tuya.
Y yo sentí crecer dentro de mi
la alegría de vivir.
 
Mas tarde,sin que tu lo supieras...
lloré,y no sé por qué.