
La voz de Felipe,sentado con la espalda recta,ligeramente hacia atrás,el brazo izquierdo doblado en jarra sobre su vientre y la mano derecha tapando la boca de su copa de Magno,como impidiendo que el líquido se volatilizase,resonó alta y clara en el local:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡T A B E R N E R OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Emilio y Américo hicieron caso omiso y volcados sobre sus respectivos platos,siguieron a lo suyo.El segundo,extrañamente callado durante toda la cena,había engullido dos barras enteras de pan,1 kg y 300 gramos de carne magra,alrededor de otros 400 gramos de patatas fritas servidas como guarnición, y en ese momento se disponía a repetir por tercera vez el postre.Además había disputado como un chacal varias botellas de rioja crianza con Leo,quien poseía la rara habilidad de comer,también con ingestas generosas,beber moderadamente,fumar un purito,toser y parlotear simultáneamente.
Esa noche Leo,con el rostro más rojizo de lo acostumbrado,denotaba una profunda felicidad,posiblemente provocada por el estreno de su status de pre-abuelo.
Sentado enfrente de el,Josantonio continuaba su particular perorata,intercalada con los habituales "cagondiós","suputamadre","gilipollas" y resto de giros beadianos.Hablaba sorprendentemente del Caribe,e insistía,una vez más en que fueramos todos allí,Miguel incluído,a pasar unos dias,empeñado en hacernos pasar calor y que pillemos cualquier enfermedad tropical.
Pepe,ligeramente achispado y cordial,paladeaba el vino con fruición y ya empezaba a meter prisa al resto de comensales.Debía tener alguna urgencia entre piernas y deseaba ardientemente llegar a casa cuanto antes.
Desde el córner,JMLago parecía no haber tenido una noche feliz.Probablemente calibraba los tremendos fallos en que había incurrido,tal vez achacables a la cercanía de su 50º aniversario o a la alopecia galopante que padece.Durante el partido,en sendos encontronazos con Leo y Josantonio,estos se le habían escapado indemnes.
Vituco intentaba imponer su criterio de que el mejor defensa nacional era Raul Bravo,pero nuevamente fracasaba en el intento.Frustrado y cariacontecido pidió un gin-tonic y lleno de amargura lo bebió de un trago.
Revoloteando alrededor de las mesas,precedido por las volutas de humo de sus eternos Winston,Albertinho preguntaba a unos y otros ¡Oyes! ¿cúando vamos a hacer una cena?.Como nadie le respondía cambió de estrategia y preguntó ¿Vino Américo a cenar?.
Divertido,el Peláez,que ya había soltado su risita de hiena durante el partido en varias ocasiones,apreciaba la compañía y degustaba el cuarto chupito de aguardiente blanca,mientras su mente vagaba por las bodegas de la Riberra del Duero.
Nuevamente tronó la voz de Felipe:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡T A B E R N E R OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!
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REVERENDO
(2006)
Ediciones el Pedal.