16 noviembre 2012

SOCIEDAD Y DEMOCRACIA


El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar un dato muy desalentador: "de los adultos (de entre 25 y 59 años) que crecieron en hogares españoles en los que había dificultad o mucha dificultad para llegar a fin de mes, sólo el 7,3% logra llegar a fin de mes con facilidad o mucha facilidad".
Es posible que muchos hayan dado este dato como supuesto, empleando la lógica económica que impera, pero aún considerándolo "lógico", yo creo que es enormemente importante reflexionar sobre ello.
El primer razonamiento que se me viene a la cabeza, precisamente, tiene que ver con nuestra ideología, o mejor dicho, con la ideología de la sociedad en la que vivimos. Creo que la sociedad tiene una visión muy simple de lo que ocurre y por tanto no es consciente de su papel en la construcción de futuro, no está preparada para afrontarla. Se hace necesaria una visión holística de la realidad social, atendiendo a sus cambios constantes, y sin embargo se afronta la resolución de problemas desde una perspectiva parcial, afectando sólo a una parte de la realidad. Quiero decir que para entender el conjunto debemos considerar "todas" sus partes interrelacionadas, y que entender alguna de las partes que conforman ese conjunto no nos garantiza que comprendamos la totalidad.
Por ese motivo soy de los que pienso que la ideología es fundamental para las personas, para la sociedad. Naturalmente hablo de una ideología basada en valores positivos, deseables para todos, libremente aceptados y fundamentada en la propia ética de esos valores.
Para no perdernos: la ideología sirve para cambiar el mundo, para cambiar el estado de las cosas. Si consideramos que el dato antedicho, aportado por el I.N.E. no es bueno, no es aceptable, ni deseable, nos veremos obligados a pensar en una serie de acciones que permitan mejorarlo. Si por contra pensamos que es un dato inocuo, lógico, y que no es posible cambiar, no actuaremos. Fraga solía decir que "era natural" que los hijos de los adinerados obtuviesen mejores notas si estudiaban, o mejores empleos llegado su momento. "Era lo natural" y si esa "naturalidad" la aceptabamos como "natural" pues evidentemente no haríamos nada por cambiar esa "naturalidad", ¡naturalmente!.
Pues bien señores, esta es la primera y fundamental diferencia entre una ideología conservadora y una ideología progresista: la segunda aspira a cambiar, a transformar la sociedad actual, la primera a mantenerla prácticamente sin variaciones.
Este mismo razonamiento me sirve también para afirmar que tras la ideología están las personas, y que del mismo modo que las ideologías, éstas (las personas) no son iguales, no piensan igual, no aspiran a un mismo objetivo. Consecuentemente tampoco su comportamiento será igual ni tampoco su nivel de exigencia ética: para unos las cosas serán normales o estarán bien (y por tanto no habrá que cambiar nada, o cambiarlo mínimamente), mientras que para otros no.
Ideologías distintas, sustentadas por personas distintas nos lleva a otra consecuencia: también las políticas son distintas. Efectivamente, no todos los políticos son iguales, ni actúan en pos de sus objetivos de la misma manera, aunque es bien cierto que existen comportamientos corruptos que afectan por igual a personas de distinta ideología en el ejercicio de sus responsabilidades. Pero esta circunstancia no niega su diferenciación esencial: sus actos y el camino que eligen no es el mismo.
En cuanto a los comportamientos, yo diría que están íntimamente ligados, además de a la ideología, a la honestidad, a la propia autoexigencia ética y a la formación moral de las personas. Aquí la convivencia, la formación, la educación, el respeto a las personas y a las normas adquieren un papel fundamental, y añadiría que la profunda defensa de los valores democráticos es también fundamental y debe ser siempre observada con rigor.
Hemos llegado al punto que pretendía: la democracia y los comportamientos democráticos...
Es evidente que estamos en un Estado de Derecho, en una democracia representativa conformada por una serie de instituciones, con separación de poderes y amparada en una constitución , pero...
¿Sómos democráticos los ciudadanos, incluídos aquellos que ostentan responsabilidades?.
¿Observamos comportamientos democráticos?.
¿Conocemos el funcionamiento de nuestra democracia?.
Yo creo que no...o no lo suficiente.
(Continuará...)

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