16 noviembre 2012

LAS BUENAS MANERAS


-¡Buenos dias Mr.Ellis!
-¡Buenos dias Mr.Clark!
-Me permito indicarle, Mr.Ellis, que tiene Vd. una desagradable mancha en la pernera derecha del pantalón.
-¡Ah, gracias Mr.Clark, es Vd. siempre tan "elegantemente" sutil diciendo las cosas!. Por cierto, debo precisar que le reconocí de inmediato, en la distancia, por sus peculiares y estrafalarios andares...
-Si, forman parte de mi personalidad, además de ser consecuencia de una leve cojera que padezco, tras un accidente de caza, cuestión esta que parece Vd. ignorar.Tengo entendido, Mr.Ellis, que ha tenido algún problemilla laboral, tal vez debido a su escasa capacidad intelectual, ¿no es cierto...?.
-¡Oh!, eso no es nada que no se pueda arreglar con perseverancia, Mr.Clark, por contra he sabido que arrastra Vd. una mala racha con el fisco, parece que le tienen bien cogido en una operación, digamos, inapropiada...
-¡Bueno, ya sabe, cuestiones disquisitorias de técnicos y abogados: en ocasiones resulta tan engorrosamente complicado ponerles de acuerdo...¡Ah,Mr.Ellis!, ¿puedo inquerir acerca del estado mental de su señora madre?. Es evidente que nunca tuvo muchas luces, pero al parecer ahora literalmente ha perdido la chaveta...
-¡Es rigurosamente cierto Mr.Clark!, no obstante mientras en el caso de mi madre se trata de una consecuencia lógica de su avanzada edad, el problema de la suya tiene más que ver, digamos, con sus "relajadas e inadecuadas costumbres" y las habladurías sobre sus hazañas sexuales se van extendiendo por la ciudad...
-¡A propósito Mr.Ellis!, ¿qué tal su esposa?...¿sigue teniendo esa apariencia tan deliciosamente mundana?. Quisiera precisarle, Mr.Ellis, que en cierta ocasión que Vd. se encontraba fuera del pais, si mal no recuerdo en viaje de negocios, Elleonor me llamó por teléfono, en un tono muy confidencial y sugerente, para tener un encuentro con ella en su domicilio; cosas de la amistad y la confianza, ya sabe...
-¡Oh si, me lo ha contado con todo lujo de detalles en su momento!. Por cierto los comentarios que me hizo entonces no le dejaron en muy buen lugar a Vd. ¿acaso no tuvo su dia?. A propósito, hágale llegar un afectuosísimo saludo a "nuestra" querida Sally. Siempre la tuve en gran aprecio, ya que antes de contraer matrimonio con Vd, Mr. Clark, tuve el placer de salir un tiempo con ella...¡ah,que maravillosos recuerdos...!, ¿sigue poniendo ese mohín tan delicioso cuando quiere hacer el amor...y con aquella fogosidad?.
-¡Perdone Mr.Ellis!, pero no dispongo de más tiempo para departir tan amigablemente con Vd. Me esperan en el Rotary Club, asociación a la que dificilmente pueden adherirse personas de su ¡ejem!, escaso nivel social. ¡Resulta tan encantador y exclusivo departir con la flor y nata de la sociedad...!.
-¡Oh, no se preocupe Mr.Clark!. Precisamente me dirigía al campo de golf de River Side. Le supongo conocedor de que mi hándicap es estratosférico, por cierto, las malas lenguas sugieren que lo de los "palos" tampoco es lo suyo...
-¡Adiós y buenos dias Mr. Ellis!.
-¡Qué tenga un buen dia, Mr.Clark!.

No hay comentarios: