11 enero 2010

Tintoretti (La Magdalena)


No es mi intención adentrarme en un campo en el que me confieso mero aficionado y que corresponde a expertos de la talla de D. Vila o Albertino Divasqui, pero he de manifestar como justificación que este cuadro me gustó tanto que me niego a no compartir su belleza.Le saqué una fotografía que acompaño en el anexo.Espero a que los dos grandes pintores les guste.

Su autor es Doménico Tintoretto, tal como reza en el marco, aunque también está firmado en la parte inferior izquierda, donde se puede apreciar "opus tintoretti" y en caracteres latinos el año de su finalización.Doménico era hijo de Jacopo Robusti, apodado también Il Tintoretto, que pasó a la historia como uno de los grandes.Ambos son venecianos y el hijo (1560-1635), más modesto, es encuadrado dentro del estilo barroco.

La pintura se titula "La Magdalena" y representa obviamente a Maria Magdalena.La iglesia identifica a María de Magdala como una mujer pecadora que se arrepiente al conocer a Jesucristo.Los evangelios la citan como la mujer que le lava los pies a Jesús con sus propios cabellos y es la primera que conoce su resurrección, cuando se dirige al sepulcro para ungir su cuerpo y lo encuentra vacío.Hoy hay muchas teorías sobre su figura y algunas la citan como antigua prostituta que sigue a Cristo y se convierte en su mujer.Evidentemente algo de todo esto debía saber su autor, porque en mi opinión lo plasma en el cuadro.

La obra representa una escena religiosa.El fondo es de tinieblas y se aprecia en el margen superior derecho una luna creciente.En la pobre mesa hecha de cañas descansan la cruz, una escudilla, la calavera y un libro (posiblemente el Evangelio).Son las señas del arrepentimiento y la penitencia.En la parte superior izquierda el cielo se abre y un haz de luces ilumina la figura principal.El rostro se dirige hacia la luz y se pueden apreciar los ojos llorosos dentro de una cara retratada con inocencia.El cuerpo aparece semidesnudo, dentro de un tosco ropaje.Se solía representar desnudos en aquella época a los antiguos pecadores, como castigo.En este caso se sugiere más que se representa.El autor pinta un bello cuerpo de mujer con los hombros desnudos y las manos juntas, ligeramente ladeadas a la derecha en señal de oración, tapan su pecho.El pelo ¿rubio?, imposible para una mujer palestina de hace más de dos mil años, cae sobre sus hombros.El conjunto es bellísimo y su autor nos presenta a una mujer con toda su carnalidad y voluptuosidad enfrentada a la espiritualidad e inocencia de su rostro angelical.

La obra está expuesta en la sala XII de la pinacoteca de los museos vaticanos, en Roma.


Copyright Reverendo
Ediciones El Pedal
Annus 2010

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