09 enero 2013

NUEVO MUNDO (2)




Hace algún tiempo os envié una ocurrencia a la que titulé "Nuevo Mundo" de la que tengo la impresión de que no la entendísteis demasiado bien...(si es que leéis algo de lo que escribo, claro)...
...Obviamente es un problema mío, que no sé explicarme debidamente...¡a ver si en esta ocasión lo consigo...!.

A menudo me habréis oido decir que todo viaje tiene una motivación...y a esto debo añadir que quizá soy una persona un tanto obsesiva a la hora de programarlos: la falta de tiempo, ese bien tan preciado y escaso, y el deseo de verlo todo, hace que prepare con detalle las actividades a desarrollar en aquellos lugares que voy a visitar. Por otra parte, la lectura y la música me han gustado desde temprana edad y una y otra han ido provocando que mi mente imaginase esos otros mundos tan lejanos al mío.
La primera vez que escuché la "Sinfonía del Nuevo Mundo" de Antonin Leopold Dvorak quedé impresionado...de eso ya hace mucho tiempo, pero desde ese mismo momento supe que si alguna vez tenía la ocasión de ir a Praga una de las cosas que inevitablemente desearía hacer sería visitar su tumba, como una manera de honrar la memoria de quien había compuesto una obra de tanta belleza. Por fortuna tuve ocasión de cumplir con ese deseo...y por eso se me dió por escribir aquel intento de relato de la visita a la colina de Vysehrad, personificando el mismo en la esposa del célebre compositor, Anna Cermáková, atenta a las evoluciones de los visitantes que deambulaban por el cementerio.

El genial compositor checo impulsó la música nacionalista con sus danzas eslavas, pero también nos dejó piezas tan delicadas como este "Romance para piano y violín".

También compuso ópera, como "Rusalka", de la que es muy conocida el aria para soprano "Himno a la luna", también llamado "Canto a la luna", que la duendecilla Rusalka le dedica a nuestro satélite...

Y por supuesto no puede faltar el maravilloso segundo movimiento de su 9ª Sinfonía "Del Nuevo Mundo", interpretado por la Filarmónica de Viena y dirigida por Herbert Von Karajan...




  


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