24 julio 2013

OTROS "CONDOTTIERI"...

 Catedral de Santa Maria del Fiore, en Florencia 
Castello Sforzesco, Milan.

Las ciudades-estado italianas contrataban en la edad media a tropas de mercenarios, al frente de las cuales se situaba el capitán o "condottiero". Los ideales e intereses de los "condottieri" eran fama y riqueza, fuese esta tierras o dinero, y lo mismo les daba luchar bajo las órdenes de unos u otros estados: su fidelidad se compraba o vendía con dinero, al mejor postor.
El poder de las ciudades italianas en aquella época era muy importante: basta con recordar, por ejemplo, el papel que la flota pisana tuvo en las luchas en la península ibérica entre los hermanastros Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara (recordemos también al "Príncipe Negro" Eduardo de Gales, que luchó por el primero, y a Bertrand Du Guesclin, al mando de las "compañías blancas" al servicio de Enrique). Génova, Florencia, Venecia, Milán, Pisa, Siena (hasta su derrota con Florencia), florecieron en aquella época.
La fama de los mercenarios les llevó a ser admirados, reconocidos y retratados en aquel tiempo: sorprende, por ejemplo, el fresco de Simone Martini del condottiero Guidoriccio da Fogliano, situado justo enfrente de su "Maestá" (Virgen triunfante), en el Palazzo Pubblico de Siena. Más sorprendente aún es encontrarse el retrato ecuestre de otro mercenario, en este caso el inglés John Hawkwood, obra de Paolo Ucello, ni más ni menos que en la catedral de Santa Maria del Fiore, en Florencia.
Dando un salto en el tiempo, ya en el siglo XV, otro relevante personaje, Francesco Sforza, nacido en la Toscana, pero famoso por haber servido al Papa de aquella época y al Dux de Milan, en sus campañas contra Venecia, marcó la decadencia de esta última, acelerada con la pérdida de sus negocios marítimos con Constantinopla y el lejano Oriente. No es nada apreciado en Venecia, pero en Milán se conserva su enorme Castello Sforzesco.

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