24 julio 2013

EL CID CAMPEADOR, UN "CONDOTTIERO"

Castello Sforzesco, Milan.(En primer término el "Condottiero")
Hace algunas fechas José María Aznar volvió a la actualidad política con una polémica entrevista. Los medios de la derecha aprovecharon la ocasión para intentar ponerle en órbita de nuevo, y en un oportuno reportaje, su magnificado adalid manifestó que uno de sus personajes favoritos era El Cid Campeador, acompañándose el texto con la publicación de una antigua fotografía suya en la que salía disfrazado al modo del histórico guerrero castellano, si bien en la misma el ropaje le venía demasiado grande, rozando casi el ridículo...
De pequeño también un servidor quería ser como El Cid Campeador, alentado y aleccionado debidamente con las lecturas de aquel ultrapropagandístico libro del régimen franquista llamado "Cien Figuras Españolas". Por fortuna, a medida que crecí y tuve la oportunidad de formarme e informarme de modo más independiente, supe que la historia de Rodrigo Diaz de Vivar realmente fue muy distinta a la que me habían hecho creer...
Rodrigo nació hacia mediados del siglo XI, probablemente en la población cercana a Burgos que hoy es Vivar del Cid, aunque no está documentado. Descendía de una familia hidalga, y poseía cierta cultura: sabía leer y escribir y tenía ciertas nociones legales de la justicia de aquella época. En ese tiempo la península se hallaba dividida en la parte cristiana por los reinos de León (que agrupaba el condado de Castilla, Galicia, León y Norte de Portugal),  el reino de Navarra, el condado de Ribagorza (que en su expansión sería después Aragón) y los condados catalanes. En la parte ocupada por los árabes, los reinos principales eran Granada, Badajoz, Toledo y Zaragoza. Además había otros muchos pequeños reinos de taifas, dependientes en general de otros reinos árabes o cristianos. El principal rey cristiano, Fernando I de León, dejó a su muerte a su hijo Sancho el reino de León, a su hijo Alfonso le dejó Castilla, a su hijo García, Galicia y a sus hijas Elvira y Urraca las plazas de Toro y Zamora.
Rodrigo estuvo desde muy joven a las órdenes del rey Sancho, hasta que este fue asesinado en el sitio de Zamora (acordáos del portillo de la traición para los leoneses, o de la lealtad para los seguidores de Urraca y Alfonso), por Bellido Dolfos, noble partidario de éstos últimos, quien le tendió una trampa.
Después pasó a las órdenes del rey Alfonso VI, que sucedió a su hermano Sancho, quien volvió a aunar las tres coronas de Galicia, León y Castilla, tras diversos enfrentamientos con sus hermanos, a los que venció. El rey Alfonso, pese a la leyenda dejada por los romances y el poema del Mio Cid (Dios que buen vasallo, si hubiese buen señor...), concedió a Roderic incluso el matrimonio con su sobrina Jimena. La famosa Jura de Santa Gadea, en la que el Cid supuestamente hizo jurar tres veces al rey Alfonso que nada tenía que ver con la muerte de su hermano Sancho, carece absolutamente de fundamento según todos los historiadores, y las desavenencias entre rey y vasallo tuvieron que ver más con los excesos de este último en los servicios prestados (órdenes no ejecutadas, incursiones en territorios amigos, rapiñas y botines obtenidos incluso de aliados...), que en la supuesta animadversión del rey al caballero. 
Como se dijo, muchos reinos de taifas eran deudos de reinos cristianos, y se les obligaba a pagar "parias" o tributos. Así sucedía con el de Zaragoza (maravilloso legado árabe el palacio de Aljafería), con el de Toledo y con el de Badajoz, con respecto al rey castellano. El Cid, llamado "Campeador" por sus victorias a campo abierto, luchó en las dos ocasiones en que estuvo desterrado (en la segunda despojado de sus bienes), a las órdenes de reyes árabes. Fueron precisamente los árabes quienes le acabaron otorgando el sobrenombre del "Cid" (deriva de "mio Sidi", en árabe "mi Señor").
El Cid, por tanto, no luchaba ni por altos ideales ni en favor de su religión y en contra de los musulmanes. Luchó en contra de otros reyes cristianos (Navarra, Condes de Barcelona, Aragón) y al mando o al lado de tropas árabes, y también lo contrario (con tropas cristianas luchó contra árabes). Su mayor éxito fue conquistar en solitario la plaza de Valencia a los almorávides; el Cid nunca conoció la derrota, pero Rodrigo Diaz de Vivar era más bien un mercenario, cuyo objetivo era conseguir riqueza y favores para si y para sus huestes, tropas o mesnadas, con su siempre fiel Alvar Fáñez al frente: esto es, lo que en Italia se llamaría un "condottiero". 
Explicado esto, ciertamente le viene al pelo al pavoneante Sr. Aznar que siga teniendo como héroe o personaje al que parecerse al Cid Campeador...está claro que el chulesco político o es o un ignorante en historia (no creo que sea lo único en que es un ignorante, pues se cree mucho más inteligente de lo que realmente es o demuestra) o se trata de un individuo del mismo corte que su ídolo, es decir, un personaje carente de ideales, cuyo objetivo principal en la vida siempre fue actuar en su propio beneficio o en el de sus adláteres, al margen del bien común.

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