26 noviembre 2013

¿SOMOS TODOS COMO GONZÁLEZ PONS?

El mundo según González Pons
Ya está, ya se ha dicho. Queda constancia de ello para la posteridad: ahí están las declaraciones. Pero...¿qué se ha dicho?...¿lo tenemos claro?.
Como, salvo mejor opinión en contrario, soy un ser racional, estoy capacitado para no solo oir sonidos, sino también para interpretarlos, en especial si esos sonidos son guturales y articulados y provienen de un humano, un casi congénere.
No me gusta quedarme en la superficie: las palabras están llenas de significados y voy a profundizar, a sumergirme en ellas...
Me interesa tanto la forma como el fondo; podría decirse que me fijo tanto en la estética como en la ética. Respecto a la forma de la comunicación y su entorno, el compareciente utiliza el consabido tono soberbio de los de su partido (siempre están por encima de los demás); y lo hace delante de un público afín y que se presupone juvenil, ya que lo forman los integrantes de las Nuevas Generaciones de su partido. Podemos deducir que está, en cierto modo, enseñando o mostrando un camino a los que vienen detrás, y para ello introduce de antemano un dato convenientemente emocional cuando afirma que es un honor para él el participar en un acto de Nuevas Generaciones, que está orgulloso de haber sido de Nuevas Generaciones y que está orgulloso de pertenecer al Partido Popular, acompañando tan emotivas manifestaciones con el oportuno gesto de llevarse la mano al corazón: está subrayando que lo dice con el corazón, tal como lo siente. A partir de ese, llamémosle introito (¿o es tal vez un exordio?), Esteban González Pons, en un tono solemne y asertivo, sin resquicio alguno para la duda, se lanza a enunciar en términos comparativos (tan...como) y repetitivos (honrados como todos), unas frases grandilocuentes, dirigidas al público presente y también ausente (pues sabe que está siendo grabado), que comienza remarcando con el dedo índice de su mano derecha (no podría ser otra) en alto, pero que cuando llega a la parte que se refiere a los dirigentes del partido se retrae (si, si, fijáos bien, se retrae), traicionando su subconsciente (¿miente, tal vez?).
En cuanto al fondo del asunto, al verdadero significado de sus palabras, que ha suplantado por otras, González Pons ha utilizado, quizá sin saberlo, un recurso dialéctico denominado "cleuasmo". Ha tenido mucho cuidado en expresarse en términos comparativos, como se dijo, pero también en el mismo plano o nivel: los votantes, los simpatizantes, los dirigentes, el propio partido es "tan" honrado como "todos", ni más ni menos. Esto evidencia que miente de manera descarada, ya que si lo que quiere destacar es lo positivo de su partido con respecto a otros, por lógica aprovecharía para ponerlo en un nivel superior, y entonces emplearía la fórmula "más honrado que". Pero no lo hace...
Y no lo hace porque lo que está dando a entender es justamente lo contrario: su partido y sus dirigentes no son honrados, pero eso no importa porque los demás, a su criterio, tampoco lo son. Ese es el verdadero mensaje de su alocución, y por eso se expresa al mismo nivel, dando a entender de esa manera que "todos" los partidos políticos son iguales y que "todos" los dirigentes de los partidos políticos son iguales. No le importa nada ensuciar a los demás porque sabe que esa postura le beneficia; logra asi desprestigiar a otros mediante la trampa retórica de igualarse con ellos, y esa táctica siempre les ha dado excelentes resultados, ya que una buena parte de la sociedad se identifica con esa idea.
Al objeto de rebatir lo anterior, tan solo hay que formular una hipotética pregunta: siendo "todos" los partidos políticos iguales y siendo "todos" los dirigentes de los partidos políticos iguales, ¿acaso cuando gobiernan lo hacen de la misma manera...?. A la hipotética respuesta (equivocada) afirmativa, preguntaría nuevamente: ¿entonces porque se empeñan unos y otros partidos en anular los efectos de muchas leyes que otros promulgan?. Es evidente que ni los partidos políticos son iguales, ni su ideología tampoco, aunque puedan caer en similares errores en lo concerniente a hechos relacionados con la corrupción y el atractivo mundo del dinero.
Al margen de lo anterior, lo más negativo a mi juicio, es que se haga proselitismo inculcando a los jóvenes lo peor de la política, justificando los medios para un supuesto fin superior: "todos somos iguales, si, pero nuestro partido es el único que puede sacar a nuestro país de la crisis". ¿En qué se basará para realizar tal afirmación?.
Y lo dice el mismo que antes decía una cosa, después otra distinta, tras esa otra nuevamente cambiada y así hasta la justificación suprema, y todo ello sin el menor asomo de rubor.
En fin, siempre lo mismo...pero desde luego creo que muchos no tenemos nada que ver con González Pons, ¡nada que ver!.

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