"Esa es la más alta misión del derecho y del jurista: la de defender jurídica y eficazmente el máximo respeto posible para los derechos del hombre. Porque pienso, y de eso si que estoy seguro, que como decían los personajes de la Antígona griega y de Bertolt Brecht, no hay nada en la creación más importante y valioso que el hombre, que todo hombre, que cualquier hombre".
Difícilmente el malnacido que le descargó tres tiros a Francisco Tomás y Valiente podía saber de derechos y razones. En el dia de San Valentín del año 1996 (¡qué ironía!), la sinrazón de un fanático asesino de una banda de matones, que entonces contaba con 25 años y se hizo pasar por alumno, acabó con la vida de la persona que escribió lo que antecede, contenido en "El análisis del procedimiento penal en el Antiguo Régimen", (La tortura en España. Estudios históricos. Editorial Ariel, Barcelona, 1973). El asesino fué juzgado preservándole la ley sus derechos fundamentales, los que él negó a su víctima. Vive todavía, aunque encarcelado, esperemos que durante muchos años más.
Francisco Tomás y Valiente daba entonces clases de Historia del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, donde había obtenido la Cátedra. Era jurista, historiador y escritor. Estaba casado y tenía cuatro hijos. Además era miembro del Consejo de Estado y de la Real Academia de la Historia. Había sido designado magistrado del Tribunal Constitucional en el año 1980 y presidente del mismo en 1986, cargo que mantuvo hasta el año 1992. A partir de ese año retornó a la Universidad Autónoma de Madrid a su cátedra de Historia del Derecho y en 1995 fué investido "Doctor Honoris Causa" por la Universidad de Salamanca, en donde había impartido clases desde el año 1964 hasta que se incorporó a la Autónoma.
La fotografía está tomada en el claustro de la Universidad de Salamanca, donde se recuerda al catedrático e insigne jurista con esta frase que formaba parte de su ideario:
"Edificar con la razón, la experiencia histórica y la tolerancia como instrumentos".
Hermosa frase, desde luego, que viene a cuento en este momento actual de tanta quiebra moral en las clases dirigentes...la razón como elemento diferencial supremo de los humanos, la historia para aprender de nuestros aciertos y errores, y la tolerancia frente a otras posiciones, otros puntos de vista, solo rebatibles desde el diálogo. Para muchos serán palabras, tan sólo palabras, huecas palabras vacías de significado...para algunos son palabras cargadas desde lo más hondo, desde lo más profundo del ser humano, desde la propia esencia de los principios básicos del comportamiento....
En tiempos de tribulaciones para los demócratas hay que recordar a algunas personas que por encima de todo sobrellevaron su labor como formadoras de personas desde la libertad y para la libertad...
La democracia no nos ha sido regalada, no lo olvidemos.
(En el otro anexo, fotografía del Paraninfo de la misma Universidad)
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