Desde mi ventana observo como la pertinaz lluvia y el viento inmisericorde persiste en azotar los árboles del parque que adorna las vistas de mi hogar.Ya hay tres árboles abatidos,uno con el tronco astillado y otros dos con las raices levantadas,pugnando por soportar desde su precaria situación,el hilo de vida que aún les mantiene con esperanzas de superar la inclemencia y el rigor de la naturaleza.Puede que sea coincidencia,pero precisamente se trata de tres abedules (os nosos bidueiros),curiosamente las especies autóctonas arborícolas abatidas.Es como si esta imparable globalización se cebase en lo más significado de cada comarca.Nos invaden los eucaliptos,los mejillones tigre,las algas japónicas y los "plumeros de la pampa".Nos invade el ansia de alcanzar el dinero fácil,la especulación inmobiliara,los negocios "ultra-mega-rápidos",la falta de compromiso y por tanto la falta de escrúpulos ante una inminente ganancia,que intentamos justificar de la manera más injustificada.No nos queremos ver reflejados en los demás,sobre todo si tienen necesidades,y buscamos el amparo de la efímera felicidad que nos da el bienestar que poco a poco vamos a ir perdiendo.
Estamos en otoño y se nota.Se nota en el tono melancólico que me atrapa y en ese resquemor que siempre a flor de piel me acompaña.No lo puedo evitar,es como una seña de identidad que acaso tiene que ver con el hecho de que haya nacido en esta estación,y que a duras penas puedo controlar.Es tiempo de cambio,de muda,y supone una actitud de adaptación,de aclimatación (y nunca mejor expresado),dado que debemos "aclimatarnos" a las nuevas circunstancias cíclicas y meteorológicas,no solo en el plano climatológico,si no también en el de nuestra propia experiencia y existencia.Tengo los años que represento y consecuentemente los conocimientos aprovechadamente (pocos) acumulados y sin embargo disto mucho de sentirme identificado con lo que me rodea.
Por supuesto debo mirar hacia adelante.Debo ver la parte positiva de este injusto e hipermaterial mundo y mañana en mi entorno laboral,intentaré poner mi ínfimo granito de arena en el desarrollo de mi actuación.Es curioso que precisamente haya elegido una labor tan controvertida para mi,pero no me arrepiento de ello.En la vida siempre se aprende y las difíciles situaciones que voy conociendo en los demás me enriquecen.Soy muy observador.Muchas personas me narran con pesar los motivos que creen que le han llevado a la precariedad,y siempre hay que darles su punto de razón.La vida no es nada fácil,sobre todo para los más necesitados,que por desgracia nada pintan a la hora de determinar normas,reglamentos,leyes e incluso costumbres.Quien manda o legisla generalmente lo hace pensando en otra gente,mucho menos necesitada y cuyos derechos adquiridos hay que preservar.Gente que tiene todas sus necesidades mínimas cubiertas,por los siglos de los siglos (salvo la muerte claro,si bien en este caso se distinguirán de los demás por sus suntuosas mansiones funerarias),y que son el verdadero interés de la sociedad,tanto de los que son afines como los que quieren llegar a ese punto,para participar de ese gozo.Gente que generalmente solo invierte para ganar,y que por tanto pasa las pérdidas al sector de la sociedad más desfavorecido,ya que si no hay inversión no hay trabajo,y si no hay trabajo pues desgraciadamente no hay nada.Y nada es cero.¿De qué van a vivir los miles de millones de personas que no tienen trabajo en este mundo?.
¿Qué pueden hacer ante esto los gobiernos,sean locales,autonómico-comarcales,nacionales o supra-nacionales?.¿Qué pueden hacer con unos recursos escasos,tomados por la vía impositiva-fiscal,contra precisamente los que más tienen,que son los que más se rebelan?.¿Qué pueden hacer con unos medios de comunicación interesadamente tomados por las clases sociales dominantes,cuyo máximo interés es lograr que los cambios sean mínimos,que todo siga igual que antes?.¿Qué pueden hacer cuando ni siquiera la clase media,que somos los que realmente aguantamos todo este entramado,mueve un dedo en favor de los desclasados y preferimos seguir en la "comodidad" de nuestra vida actual?.
Y sin embargo desde nuestro sofá les exigimos,¡les exigimos de lo lindo!.Y acusamos a la inmigración,al despilfarro,a la corrupción,a Europa,a los funcionarios,a los sindicatos,por supuesto al Gobierno Central,a las políticas de desempleo,a las subvenciones,y a todo lo que se nos ocurra.¡Cualquier cosa menos mirar nuestro ombligo,porque nosotros si cumplimos,faltaría más!.Y por eso,aunque la crisis agobie,tenemos todo el derecho del mundo a disfrutar,a gastar,a vivir la vida,a consumir,a aparentar.¡Qué sean otros los que se aprieten el cinturón!.¡Qué sean los somalíes,los malayos,los magrebíes o los gitanos rumanos los que paguen el pato,que para eso son unos vagos y unos maleantes!.
En fin,que decididamente es tiempo de otoño.Ya se sabe,la caida de la hoja,y otras caídas.Sé que no soy el más indicado en largar toda esta perorata,pero tras haberlo hecho me he quedado más tranquilo.En ocasiones debemos agitar nuestras conciencias.¡Y que conste que hoy comí y bebí de puta madre!.
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2010 Ediciones El Pedal
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