11 octubre 2010

NOBODY EXPECTS THE SPANISH INQUISITION



Esta es una frase hecha del inglés,inmortalizada por los inefables MONTY PYTHON'S en un delirante capitulo de la serie televisiva programada por la BBC en los años 70. En ella, tres de los componentes del grupo aparecían por sorpresa en cualquier escena,caracterizados de obispos,cardenales y otras dignidades eclesiásticas católicas,ridiculizando humorísticamente los abominables procedimientos de la Iglesia en siglos pasados. El sentido de la frase es precisamente el referido a la inesperada actuación de esa terrorífica Institución,que arrancaba confesiones de los pobres e indefensos acusados mediante la tortura,por lo que resultaba imposible que alguien pudiera salir vivo e inocente de los juicios a que eran sometidos.
 
La Santa Inquisición fue creada en 1478 por los Reyes Católicos,con el beneplácito del Papa de entonces,Sixto IV y como ya comenté en el capítulo dedicado en su momento a "Américo Vespuccio" y su presuntamente descendiente,nuestro actual amigo Américo (alias Adoado),el mencionado tribunal se creó expresamente como una manera de detectar y expurgar a los falsos conversos judíos,que era la via de escape que tenían los poderosos e influyentes judíos que residían en Andalucía para evitar ser expulsados de España (la Castilla de entonces,ya que todavía quedaba pendiente la conquista de los reinos árabes de Andalucía y particularmente el de Granada).
 
El sistema que empleaban los tribunales de la Inquisición era muy sencillo: se acusaba de herejía a una persona y esta,aplicada la correspondiente tortura,debía confesar, o si se resistía,demostrar lo contrario.Era un sistema,por tanto,infalible.Nadie,en el supuesto de hipotéticamente ser inocente,quedaba vivo y el tribunal acababa dictaminando que finalmente resultaba culpable,ya que nadie podía (ni quería,so pena de ser sometido al mismo procedimiento) rebatirlo.La Inquisición Española no fue la única en Europa que actuó bárbaramente,ya que reyes,nobles y eclesiásticos aplicaron sistemas idénticos para imponer sus voluntades. Se "imponía" la razón de los poderosos invocando la traición,muchas veces mera calumnia,de sus súbditos.Pero ¡ay de aquellos que eran calumniados!.
 
Hoy,afortunadamente,no existen los tribunales de la Santa Inquisición,ni Instituciones similares,pero sigue funcionando bastante bien la práctica de uso de la calumnia.En cualquier medio de comunicación (radio,televisión,prensa escrita,internet) se expresa una acusación sobre una determinada persona,grupo social,grupo étnico,institución pública o privada,grupo político o sindical,autonomía o nación,y con el consiguiente eco alcanzado,se deja la obligación de desmentir en la parte acusada.Si esta no anda avispada,le cae el marrón de considerar cierta la acusación,y por tanto es víctima del descrédito que ésta le acarrea.Para el calumniador siempre es positivo dar rienda suelta a la acusación,porque nunca va a ser revertida sobre él,ya que el comportamiento social le tiende a favorecer: rara es la ocasión en que se le piden cuentas por acusar sin razón y sin pruebas.Innumerables casos se han dado,como todos sabemos.
 
Desgraciadamente también se utiliza en nuestra vida más cercana este procedimiento.Amigos,familiares y compañeros han sido víctimas en algún momento de calumnia.Y ante esto es muy difícil defenderse.Cuando se suscita controversia en una discusión,a veces sobre asuntos poco trascendentes,cada uno de los postulantes quiere defender su punto de vista,y en ocasiones aparecen palabras gruesas,descalificaciones,posturas excluyentes y un exacerbado egoísmo en la defensa de la propia posición,ignorando las razones de los demás.A veces también se acompaña con mofa,lo que empeora su efecto.Hay que tener sumo cuidado en mantener las formas,ya que es posible que algún interlocutor se pueda sentir ofendido.Como reza el dicho "las palabras las carga el diablo",y sin pretenderlo,se puede llegar a males mayores.
 
En la vida actual,como ya ocurría antes,la frase "nobody expects the Spanish Inquisition",en cierto sentido todavía se mantiene vigente.
 
Copyright 2010
Ediciones El Pedal

No hay comentarios: