02 abril 2007

ALBERTINHO: Breve biografía no autorizada.



En una remota aldea miñota vino al mundo una noche intempestiva y desagradable.Su madre sufrió,en los meses anteriores,las patadas y golpes que el airado feto,dentro del claustro materno,propinaba frecuentemente,y que marcaría en el futuro la violenta conducta del neonato.
Sus padres,al contemplarlo,llevaron una profunda y negativa impresión de la cual no se lograron recuperar.Dudaron en inscribirlo en el Registro Civil,e intentaron mantenerlo oculto a los ojos de los demás,para no avergonzarse ni asustar a los vecinos.
Su infancia transcurrió feliz,en la misma medida que provocó la infelicidad de los demás.Su agresividad le arrastraba a pelearse frecuentemente y disfrutaba torturando a los pobres animalitos que sus inquietos ojos detectaban.Al principio capturaba pequeños insectos,pero a medida que iba creciendo se atrevía con ranas,sapos,salamandras,culebras,pajarillos,ratas y finalmente atacaba cerdos y otras especies superiores,al cerdo y a él.
Previsoramente,su padre intentó meterlo interno en un colegio de costoso pago y afecto al régimen franquista,con el ánimo de que la férrea disciplina le fuese alejando de la brutalidad de sus acciones.Esta experiencia duró poco,tan sólo unas horas,tiempo suficiente para montar una bronca fenomenal que remató con una carga de los grises,avisados urgentemente por el director del centro,que fué cesado en el acto.El joven disfrutó tanto con la movida que le pidió a su atribulado padre el ingreso en la represiva policía de entonces.
El paso por el cuerpo nacional también fue breve,ya que el inquieto y violento Albertinho no aceptaba la imposición de ningún tipo de normas.El quería vestir el uniforme y aplicarse de inmediato a dar porrazos a diestro y siniestro a todo lo que se movía.En una ocasión le llevaron a un simulacro de interrogatorio,en el que tenía que averiguar si el supuesto reo había cometido cierto delito.No le dió opción a hablar y casi lo mata a golpes,razón por la cual los superiores pensaron que era demasiado bruto,incluso para la durísima institución policial,y lo expulsaron sin contemplaciones,con un salvoconducto para Ruanda.
Su paso por diversos correcionales y penales no le mejoró y fue forjando la leyenda del indomable en que se acabó convirtiendo.Capitaneaba revueltas y motines cuyo resultado eran cuantiosos destrozos en las instalaciones de los centros y en los maltrechos cuerpos de los intervinientes que se cruzaban en su camino.Lideraba sus huestes encasquetándose en la cabeza un tricornio de guardia civil que le daba un aspecto fiero e irracional,con el que le gustaba dormir.Por este motivo no descansaba bien,le dolía la espalda,lo que a su vez le provocaba un cada vez mayor malestar que incrementaba su mala hostia.La espiral violenta era irrefrenable y en un deseperado intento sus padres lo llevaron al psiquiatra.
Cuando el médico especialista en psiquiatría le mostró ciertos dibujos para que los interpretara,el muchacho,sorprendentemente se calmó.¡Ajá!-pensó el médico-¡tal vez podamos canalizar su atención hacia asuntos artísticos!.Le entregó varios folios y pinturas y lo dejó solo en una sala durante varias horas.En ese tiempo no se oía ni el más leve rumor,y todo hacía pensar que el sujeto estaba concentrado en expresarse con el universo a través de la pintura.Cuando por fin entraron en la estancia,lo encontraron esforzándose,con la lengua colgando fuera y los ojos desorbitados,febrilmente dedicado a dibujar unos diminutos signos parecidos a una "o" ,muy juntos unos al lado de otros.Preguntado sobre que eran,Albertinho dijo: "¡Es una playa!".Desconcertado,el médico le indicó que no aparecía el mar,pero el otro le respondió: "¡Gilipollas,no ves que está lleno de arena!".Evidentemente,tenía razón,así que el galeno aconsejó a los padres el dibujo como terapia.De ahí le viene su vena creativa.
La vida de Albertinho cambió sustancialmente tras conocer a una bella joven con la que contrajo matrimonio canónico,además del otro.Cabe decir que Dios,en su infinita misericordia,tuvo piedad de el,pero no de ella,la sacrificó y la puso en su camino y él,que no tiene un pelo de tonto,no dejó pasar la ocasión.
Más tarde consiguió trabajo en una empresa financiera.Su fulgurante y brillante carrera se vió truncada por la intervención de cierto envidioso y siniestro individuo,cuya identidad se corresponde con las iniciales V.M.P.G.,que se dedicó a torpedear la ingente tarea del rehabilitado Albertinho,del cual facilitaba insidiosos y negativos informes a sus superiores.
Su caracter bronco reaparece a menudo en actividades lúdicas y deportivas.Llevado por su caracter irreflexivo y pendenciero se enfrenta a individuos de mucho mayor tamaño,los cuales al advertir el fuego de su mirada,reculan y evitan el cuerpo a cuerpo con tan peligroso adversario.Su afición a la bebida,especialmente los combinados blancos de alta graduación alcohólica,no ayudan a serenarle.Experto en meterse en líos,especialmente con representantes de la ley y el orden,obliga a sus amigos a ejercer un contínuo control sobre sus imprevisibles actos.
Extrañamente Albertinho aparenta ser un individuo feliz.Si tenemos en cuenta que sigue vivo,no está encarcelado e incluso disfruta de cierta vida familiar y social,llegaremos a la conclusión de que efectívamente,cualquiera en su situación diría que triunfó en la vida.
En la actualidad se desliza inexorablemente hacia una cada vez mas cercana prejubilación,está más próximo a ser abuelo que a tener nueva descendencia,debido a la fatal decrepitud de su líbido y goza de una vida laboral en semi-retiro en una oficina de tres al cuarto donde se distrae engatusando a viejecitas y echando abajo la labor de sus compañeros.Hábil en el manejo de la palabra,tanto hablada como escrita,se reveló recientemente como un crítico literario de altísimo nivel.Aceptado a regañadientes en los ámbitos sociales en que se mueve,intenta acceder a puestos clave (léase presidencias) para mangonear a su antojo,por lo que frecuentemente provoca trifulcas generalizadas,las cuales acaban como ya sabemos,de forma lastimosa.Estos hechos no le arredran y posiblemente en el futuro,aunque sea por su machacona insistencia,conseguirá aburrir a todo Dios y le darán algún puestecillo,que le mantenga contento y ocupado y de esa manera no le dé la tabarra a los demás.
Su vasta experiencia deportiva debería ser objeto de un amplio estudio aparte.Hay muchísimo material para ello.De todos modos hay que indicar que parece excesivo que Albertinho se autodenomine "Mago del balón".

No hay comentarios: