Entiendo tu enfado.
Menos mal que modifiqué un poquito la foto tratando de evitar que te reconociesen, porque si mi empresa pone en su página web una foto mía de las que te hacían a los 7 años en el colegio haciendo que escribes y con un fondo pintado en una cortina quemo la oficina. Ahora bien tu enfado no es nada comparado con el que debe tener satanás al verse representado con tu cara(desde aquí te pido perdón “maligno”).
Llevo sin dormir desde que recibí tu carta. No quiero ni pensar que trato le habrás dado a la camiseta que con tanto amor te entregué, elástica tantas veces sudada (yo te la dí lavada, que conste), compañera de triunfos memorables, de agarrones y codazos sublimes de ése enorme jugador que es JML, no siempre bien valorado ni mucho menos comprendido, pero él es generoso como lo son los grandes y no como otros que a la mínima de cambio se desinflan y reclaman tubitos de pintura (por cierto no puedo devolverte el tuyo porque el mismo día de la comida de despedida vendí el maletín con su contenido en la feira de Sabarís). Cuantas veces me habré secado los mocos en su magnífico paño, solo pensarlo se me humedecen los ojos, si los cierro aún puedo verla allí, en el suelo, bajo mis pies mientras me secaba después de una merecida ducha en el SPA del Coliseum de Beade. Se me retuercen las tripas de dolor e impotencia al pensar que la hayas ultrajado, que la utilizaras para secarte ésas enormes y peludas partes que tengo fijadas en mi mente inocente de persona noble y sensible o que hayas hecho trapos de cocina, o que la tengas de nido de sapoconchos en el jardín de tu mansión de las afueras de Vigo, o tapando alguna fuga en la piscina .
Por cierto ahora que hablo de Vigo, supongo que el próximo fin de semana irás a Lleida a apoyar (cosa que no fuisteis capaces de hacer a tiempo) a ése otro sufrido, el Real Club Celta de Vigo que, como no tienen reservado el derecho de admisión, tienen que coger como socio a todo el que entre por la puerta. No creo que tengas la hombría de hacerlo, de ir a animar a ése insigne equipo, a ese “drintin” de galácticos que, como dijo el poeta, “...lleva el nombre e una raza y los colores del cielo”, tu no, tu “bocadillo/boina/faroatrasadobajolculo y a largar “cagondios”, “gensantísima”, ”jolagranputa”, en fin tu siempre apoyando con tu “estilosiglodeoro”, del que te empapaste en aquellos colegios de “muchopago pero pocoestudio” que frecuentabas, cuando no estabas en la cárcel, en tu tierna infancia. Como dicen el refrán y el Alavés/Recre/Cádiz/Eibar: “ándeme yo caliente y con el mazo dando”.
Ya me gustaría poder asistir a la cena pero, aunque no presente, si que me tendréis de pensamiento. La pena es que necesitaba renovar mi bodega porque la caja aquella que nos vendiste hace unos años empieza a echar por el grifo unas flores blancas y no se si ponerla en una maceta en el balcón o ir directamente con ella al juzgado y así se podrían encontrar tus abogados con los míos y llegar a un arreglo.
En fin que muchas gracias por acordarte de mi, que os lo paséis tan bien como las últimas veces y dale un beso a tu señora esposa de mi parte y los regalos que, como es costumbre, aportará desinteresadamente ésa magnífica oficina de Banca Personal de la que no serás cliente ni aunque heredes de Bill Gates y Amancio Ortega juntos.
P.D. : a ver si ponéis a tratamiento a Vituco que ya veo que se le va la olla por completo y si nadie lo para el día menos pensado lo vemos dando conferencias de fútbol en verso.
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